sábado, 15 de marzo de 2014

"Platero y yo" cumple 100 años

En 1914 se pudo conocer por primera vez a Platero.


"...es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas ..."

Después, de aquella edición, ha habido muchas más de la misma obra y se han hecho adaptaciones para niños.



En el colegio hemos leído Platero y yo, hemos disfrutado de su poesía y nos hemos encariñado con el burrito.

Puedes leer Platero y yo y saborear su poesía.

sábado, 8 de marzo de 2014

Tertulia de lectura. Día de la mujer

En la semana comprendida entre el 10 y el 14 de marzo, en nuestro cole leeremos dos libros relacionados con las tareas del hogar y la implicación de hombres y mujeres en su realización.

Contaremos con la intervención de madres, que vendrán a leer a nuestras clases para entablar con ellas y con todo el alumnado, una tertulia sobre el contenido de estos libros.




















Hugo, melenudo                           ¿Quién ayuda en casa?

miércoles, 5 de marzo de 2014

Antonio Machado

Hace tan sólo unos días se han cumplido 75 años de la muerte de Antonio Machado.
En nuestra biblioteca hemos seleccionado enciclopedias con su biografía, libros de su obra y poemas cantados.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.